Algo está pasando al interior del Partido Encuentro Solidario (PES) que incomoda a sus alcaldes y los orilla a separarse de esa institución política la que, en el proceso electoral de este año, se juega su permanencia en la geografía política estatal.
Para la familia López García –Luz María García García y Eder López García- la elección del 2021 le dejó buenos dividendos, una obtuvo la diputación local, el otro se afianzó como presidente estatal del PES, y ganaron ocho presidencias municipales –Quiroga, Penjamillo, Santa Ana Maya, Purépero, Álvaro Obregón, Chinicuila, Lagunillas y Tiquicheo-, nada mal para seguir desgranando al erario público.
Todo, miel sobre hojuelas, pero, al paso del tiempo algo pasó, algo no se manejó adecuadamente al interior del PES que no les agradó a sus presidentes municipales y algunos de ellos optaron por abandonar las filas de ese partido.
El éxodo lo iniciaron Omar Vega Calderón, de Santa Ana Maya, y Francisco Javier López González, de Purépero, a mediados del 22, y, meses después, en diciembre de ese mismo año, lo hizo Arturo Estrada Barriga, de Quiroga.
Y hace unas cuantas semanas, Tzitziqui Peña, de Penjamillo, también renunció a las filas del PES que, libremente, manejan a su antojo Eder López García y su madre, la diputada Luz María García García.
¿Qué es lo que está pasando al interior del PES, qué medidas inapropiadas está tomando el clan López García-García García para alejar a sus referentes en el servicio público?
Sea lo que sea, la realidad es que el PES se está jugando su registro y precisa cachar votos de aquí y de allá, y, tal vez por eso, está buscando desesperadamente unirse a Alfonso Martínez Alcázar para, como rémoras, agarrar los sufragios que le caigan.
El PES anda, pues, de pesca, pero sin arte alguna y solamente esperanzado a lo que deje el tiburón.
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